2

"Mitologías del Petate y lo que Circula"

Posted by Tlaltecatzin on 23:33 in

Prólogo

“Esos son batos que tienen algo que
Decirle al mundo, pero a veces el
Mundo nomás no se deja”

Estudiante Hombre.[1]


El Origen es un texto que pretende dar a conocer al público, el lugar del que proviene ese reservorio de palabras que al procesarlas de manera adecuada, tendrán la pretensión de revelar frescas mitologías urbanas, y los dichos-dicharacheros que circulan ciegos y desapercibidos en la acrópolis del Baratillo, hasta que son apresados por el oído que los deforma de manera muy ordenada.

Ese oído es el de Tlaltecatzin, uno de los habitantes del Baratillo (lugar donde el que curiosea, encuentra curiosidades), que en este pequeño texto, nos regala de su puño y letra, el relato autobiográfico de su nacimiento mitológico, y de aquellas cosas que circulan.



¡Enhorabuena!

El Apóstol.



Origen
Por: Tlaltecatzin

“¿Qué me habías dicho que era lo
Importante de Grecia?”

Estudiante Mujer.[2]

Tlaltecatzin, nació de una llamarada de petate en las alturas de algún guayabo. Fue encontrado enrollado en un itacate a las afueras de un valle cercano al Baratillo. Hijo de la Malinche[3], fue criado por ella y el tío Lolo[4], aunque se dice que pudo haber sido hijo de Cortéz, o algún otro desconsiderado.

El Dios Cronos[5] se encontraba en los brazos de Morfeo[6] mientras Tlaltecatzin creció —veintitrés años fueron los que pasó Cronos regocijado en la inconsciencia entre los somníferos brazos de aquél hombre. Es por eso que no hay voz ni ojo que pueda dar cuenta de lo que fue de su vida en el transcurso recorrido de ese enigmático tiempo.

A Tlaltecatzin se le ha visto dialogar atentamente con El Peatón; sujeto con el cual da largas caminatas por los bellos paisajes imaginarios que sobreponen en su andar por las fatalmente reales calles citadinas. Mantiene buenas relaciones con el Magistrado de Silva; son fáciles de localizar debido a la cantidad de humo que desprenden en sus encuentros, cosa que no ha caído nada bien a rescatistas, pues en ocasiones confunden la abultada masa que forma el humo de sus cigarrillos con señales de auxilio. Junto con El Apóstol viaja con recurrencia a PluTown[7] (dónde por cierto viven El Peatón y El Magistrado) lugar donde tiene una casa de veraneo y posee una excelente vista a otras galaxias.

Existe un fuerte rumor que afirma, que debido al loco pathos y a los traicioneros fantasmas que lo habitan, vivió en nastrond[8], sitio en el cual esperaba deshacerse de la maldición del espejo; de no encontrar en el otro más que la propia imagen. Encontró un sabio que le prestó su voz para poder escucharse y de pronto terminó la maldición del espejo. Salió de nastrond para internarse en cualquier fiesta auspiciada en el Olimpo[9]. En estas fiestas se le puede encontrar en compañía de sus amigos, o de una que otra ninfa[10] que disfrute del placer de una buena charla, humo, y bebida espirituosa.

Ha encontrado paz en una filosofía de vida que contradice al mouni[11] Indú. Su filosofía es la subversión del mouni-inoum.

Está muy interesado en el estudio ocioso de las Sirenas. De vez en cuando sale del Baratillo, y aunque no goza de privilegios como los snorquels y acuaman, renta equipo de buceo en asfalto para poder sostener interesantes pláticas y acercamientos con ellas —es uno de los principales teóricos del complejo sirenístico.

Alguna vez conoció a una mujer etérea, con la cual emprendió largas y divertidas ensoñaciones en el vuelo, sin embargo (por paradójico que parezca) se aferró a la vida pedestre. Dice que disfruta mucho de verlas volar (no se les ve muy a menudo) y que de planear otra cerca, estaría dispuesto a emprender otro viaje.

Hoy en día, este prángana[12] (como varios que lo quieren y rodean lo definen) vive en los alrededores del Baratillo, y se ha dedicado a picar piedra[13] en lo absurdo de lo cotidiano, y a pelar oído en la belleza de lo mundano, con la intención de comunicar al vulgo terrestre por medio de la red sus Mitologías del Petate y lo que Circula.


[1]El epígrafe fue tomado de la sección “Máximas Universitarias” del blog SinEmbargoiteso.blogspot.com.

[2] Íbid.

[3] Octavio Paz, en El Laberinto de la Soledad, sostiene que los hijos de la Malinche, son los verdaderos hijos de la chingada.

[4] Según el Diccionario del Caló Mexicano, de Jesus Flores y Escalante, hacerse como “El Tío Lolo” es hacerse pendejo solo.

[5] Cronos fue el nombre que dieron los griegos al Dios del tiempo.

[6] Morfeo es el hijo del sueño. El Dios de los sueños.

[7] Lugar dónde habitan los columnistas de La Exquisita Ignorancia.

[8] Nastrond es el infierno en la mitología escandinava.

[9] El Olimpo era el lugar en el que celebraban los Dioses sus juntas y banquetes. Estaba situado en la cumbre de un monte (Olimpo), sitio que se supone llega al cielo.

[10] Eran bellas mujeres que reunían atributos humanos y divinos.

[11] Se llama así en la India al hombre que ha logrado elevarse espiritualmente.

[12] Según el Diccionario del Caló Mexicano, de Jesús Flores y Escalante, “el prángana” es aquél que no tiene nada de valor económico y moral.

[13] Tomando como referencia el mismo diccionario del caló en la nota al pie anterior, “picar piedra” alude a estudiar y perfeccionarse en algo; trabajar constantemente; observar.

2 Comments


Parece ser que después de este primer acercamiento uno volverá a buscar en el baratillo para ver con qué se encuentra...

Por cierto, hay una definición curiosa de la RAE sobre baratillo:

"Conjunto de gente ruin que al anochecer se solía poner en los rincones de las plazas, donde vendían lo viejo por nuevo y se engañaban unos a otros."

¡Saludos!


¡Algo hay de eso! Aunque ninguno de los habitantes del baratillo lo sepamos; a veces es mejor no saber.

Saludos afectuosos, y regrese pronto al baratillo... estoy seguro que encontrará muchas cosas en el mandado.

Publicar un comentario

Copyright © 2009 EL Baratillo y Asociados All rights reserved. Theme by Laptop Geek. | Bloggerized by FalconHive.